Se nota que estamos en verano, nuestros legisladores están cerrando expedientes a una velocidad endemoniada, tanto en Bruselas como en Madrid nos han regalado con sendos documentos oficiales de diferente rango con el común denominador de tratar sobre el sector alimentario.
Si leyera este post un amiguete, seguro que lo impugnaba en su totalidad, ya que es de los que opina que los gobiernos funcionan mejor cuando están de vacaciones, pero yo me voy a permitir aplaudir los cuatro documentos. Seguro que hay algunos aspectos matizables, pero en su conjunto creo que aportan más oportunidades que inconvenientes al restringir ciertas “libertades”.
Solo voy a comentar algunos aspectos que me parecen interesantes (seguro que hay aspectos más trascendentes...), las normas son demasiado complejas para mis luces, y cada afectado deberá hacer una lectura detenida de aquellas que le incumban, sobre todo la del etiquetado, tiene tela.
El primer documento es el “Proyecto de Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición” que acaba de ser aprobado por el Senado español. Este documento ha sido muy criticado por ciertas medidas que toma tanto en la publicidad como cuando el hecho alimentario se vincula con los jóvenes. Creo que en general es bastante sensato pero impide algunas prácticas habituales de la industria, como la utilización de entidades más o menos creíbles relacionadas con la salud como prescriptores de ciertos alimentos o marcas, o la publicidad y venta de alimentos poco saludables en los colegios… .
El segundo es otra iniciativa del gobierno español que eleva al Congreso Proyecto de Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria. En este documento se trata tanto la voluntad de establecer un código de buenas prácticas comerciales como de las interprofesionales, asociaciones de productores, contratos… . A mi modo de ver me parece especialmente interesante la definición de interprofesión a la que carga de numerosas competencias, aunque para su creación debe acreditar que representan, en su ámbito territorial y en su sector, al menos el 51 por 100 de las producciones afectadas en todas y cada una de las ramas profesionales; aunque conociéndonos..., espero que Inlac cumpla estos requisitos.
El tercero viene de Bruselas es una Resolución legislativa del Parlamento Europeo y establece un Reglamento (UE) del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la información alimentaria facilitada al consumidor. Aunque estos reglamentos dan plazos bastante olgados para su aplicación en los estados miembros, creo que es un avance importante en la identificación de alimentos e ingredientes… . El problema será, como siempre, en los alimentos de pequeño tamaño y en los graneles en los que la información exigida -ahora más que nunca- no cabe o se pierde en el momento de la compra… . Pero, salvo la cuestión de donde vamos a poner la marca, por falta de espacio, es un avance indudable en la unificación de políticas.
En lo que nos afecta, me parece especialmente interesante la posible omisión de la lista de ingredientes en el queso, la mantequilla, la leche y la nata fermentadas, a los que no se ha añadido ningún ingrediente aparte de los productos lácteos, enzimas y cultivos de microorganismos necesarios para la fabricación o, en el caso de los quesos que no son frescos o fundidos, la sal necesaria para su fabricación. Aunque me parece que se olvidaron del cloruro cálcico (salvo que la engloben en el término sal).
Lamentablemente dejan para más adelante la identificación obligatoria del origen de le leche, lo que zanja en el siguiente párrafo: A más tardar, tres años después de la entrada en vigor del presente Reglamento, la Comisión presentará informes al Parlamento Europeo y al Consejo sobre la indicación obligatoria del país de origen o del lugar de procedencia para … la leche y la leche como ingrediente de productos lácteos… .
Tampoco toca (o no lo encontré) el uso de las nuevas tecnologías en la identificación de los alimentos, en especial el uso de etiquetas inteligentes, de códigos QR... .
Tampoco toca (o no lo encontré) el uso de las nuevas tecnologías en la identificación de los alimentos, en especial el uso de etiquetas inteligentes, de códigos QR... .
Y dejo para el final la publicación del Libro Verde sobre la promoción y la información de los productos agrícolas: una estrategia de elevado valor añadido europeo para promover los sabores de Europa al que dedicaré un próximo post, pero que os invito a leer. Es una gran oportunidad para que el sector lácteo reflexione sobre lo que quiere ser y sobre la imagen que quiere dar tanto en los mercados locales como en el exterior.
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