Llevo unos días preguntándome cual será la elasticidad de la demanda de productos lácteos con respecto al descenso de la renta; a falta de algún estudio sesudo y de una necesaria segmentación, creo/espero que a nivel global no sea demasiado elevada, ya que la manía de comer todos los días obliga a los consumidores a iniciar los recortes por cualquier otro capricho menos imprescindible.