Cuando paseo mi mirada sobre muchos quesos artesanos o por algunos lácteos rompedores, incluso cuando me deleito con un buen café con leche, frecuentemente pienso en cómo sería la personalidad del promotor de la empresa de la que surgió tal prodigio. Lo cierto es que también me hubiera gustado conocer a D. Isaac Carasso, a D. Tomas Pascual, a M. André Besnier… .