Entre el poliestireno y el polipropileno se comen el pastel, el resto de materiales es pura anécdota o decoración. Pero como veremos, aún existen algunas posibilidades para romper con la monotonía. Al polipropileno no se le resiten ni las marcas blancas ni las referencias de primer precio, la razón está en el coste unitario y en la productividad de las envasadoras.