Fue una semana terrible, parecía que no acababa nunca. Pero ya se sabe, trabajar el doble para ganar la mitad. Estoy tan cansado que no se me curre que escribir, pero para no perder la costumbre y ya que mi subconsciente logro parir un titulo molón, voy a intentar pergeñar cuatro líneas para que no se diga.