Explorando la vía láctea.

El nombre lo dice todo: la industria láctea, desde una visión completamente personal.
Leche, queso, requesón, yogur, nata, mantequilla , butter oil, leche en polvo, leche condensada, leche evaporada, suero, WPC, lactosa ...

martes, 24 de mayo de 2011

Las megatendencias en la leche y productos lácteos (4).

En esta serie de megatendencias; habiendo visto la conveniencia, la salud y el placer, hoy nos toca pasar revista a la responsabilidad.


La idea de un incesante crecimiento de la economía en un mundo finito solo cabe en la enfermiza cabeza de los economistas y en las promesas electorales de los partidos mayoritarios.

En algún momento habrá que parar y, si me descuido, iniciar dolorosos procesos de decrecimiento, se ha ido demasiado lejos en el agotamiento de recursos naturales y hoy asistimos a los últimos records de sobreexplotación de recursos naturales, no solo en lo referido al conocido peak oil, sino que también en la mayoría de los recursos no renovables; lo que exige planteamientos de valorización de coproductos, de Reducción de residuos, de Recuperación de los mismos y de su Reciclado incluyendo la producción de energía.

Por cierto, que bien comunica Tetra.

El consumidor ante estos buenos propósitos sigue siendo un tanto escéptico, lo que no quiere decir que sea insensible ante las preocupaciones medioambientales, el sector debe por lo tanto establecer políticas de triple R y de uso de energías renovables por su propio bien (ya que los polímeros van a ser cada vez más prohibitivos) y comunicarlo adecuadamente; el peligro, está en no salir en la foto.

En cuanto a los sistemas productivos y de transformación, estos deberán ser menos dependientes de energía, agua o de insumos exógenos, sino queremos darnos cuenta cuando ya sea tarde para la reconversión de nuestros sistemas. En este sentido estamos asistiendo a iniciativas de todo tipo, la ya conocida producción ecológica, así como otras encaminadas a poner en valor modelos productivos más respetuosos con el medio ambiente y que simplemente habían quedado “demodés”, pero que debido a su tamaño y relación con la naturaleza son más robustos ante entornos de escasez.

A mayores parece que en los actuales modelos productivos hay algo que no acaba de cuadrar.


La percepción del mercado,  en este epígrafe es un tanto diferente, ya que muestra una mayor sensibilidad que en punto anterior, el segmento de productos ecológicos es casi el único que ha sido capaz de sortear la crisis, con aumento de producción y consumo continuados. Quizás fuera bueno ir introduciendo el concepto de producciones sostenibles en nuestros mensajes. La sostenibilidad es un término un tanto ambiguo, pero pienso que sería interesante iniciar campañas de mejora de sistemas, de incremento de la eficacia y eficiencia de insumos, fijando objetivos y valorando resultados; acompañados de una correcta comunicación a nuestros clientes. Haciendo de la necesidad virtud.

En el último punto debería glosar  la necesidad de mejorar las relaciones en la cadena de valor y de la distribución del mismo en una forma más equitativa. En nuestro sector, hablar del tema si no estás en campaña electoral supone ser tildado de “sindicalista” o de populista. Pero lo cierto es que la distribución del valor añadido está completamente desplazado hacia la distribución siendo dilapidada en infructíferas batallas en pos de cuota de mercado.

Pero para no caer en arenas movedizas me gustaría comentar dos iniciativas “blancas” de las que deberíamos tomar nota:

La primera es el comercio justo, que ha logrado hacerse un hueco considerable en la distribución de ciertos alimentos como el café, té y chocolate, incrementado su cuota en casi todas las familias. Estos incrementos son especialmente meritorios conociendo las empresas con las que compiten, encabezadas por Nestlé y Sara Lee.
La segunda es la de los alimentos locales o de proximidad, de los que ya hablamos en alguna ocasión, concepto que está introduciéndose lentamente pero al que auguro un gran futuro en la industria láctea ...e incluso en las empresas de telecomida.

Resumiendo, parece que estamos asistiendo a un crecimiento de un nuevo grupo de clientes los LOHAS (lifestyles of health & sustainability), pero aún sin fijarnos en el mercado, es cuestión de supervivencia.

Existe otra responsabilidad de la industria alimentaria que se debe tener en cuenta, la referida a la relación con nuestros clientes, que en parte ya se ha expuesto cuando hablamos de la tendencia salud, pero que aquí tiene una segunda vertiente.


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