En el refranero español, hay una perla que no había valorado suficientemente. "Uvas y queso sabe a beso". Lo de las uvas siempre lo interprete en la línea de su mosto fermentado, pero existe otra aplicación más sencilla y sabrosa.
En la resaca de Navidad, me encontré con numerosos restos en la cocina, así que tuvimos que hacer alguna comida a modo de limpieza, maridando 30 elementos de varios en varios.
Entre ellos destacaba un buen trozo de San Simón que me había regalado un buen amigo y un montón de latas de uvas peladas (ya se que no son muy ortodoxas, pero son comodísimas) con las que se celebra en España la llegada del año nuevo.
Por cierto, si no las encontráis en el supermercado siempre las podéis bajar para vuestros sims.
Así que no me lo pensé demasiado y voila. La combinación es casi divina.
Si no habéis probado el San Simón, salid corriendo a compraros uno, es inexcusable no haberlo disfrutado, con uvas o sin uvas.
Si no habéis probado el San Simón, salid corriendo a compraros uno, es inexcusable no haberlo disfrutado, con uvas o sin uvas.
Como artilugio de la semana la solución para el que come solo, ahora es por que quiere; gracias a Directo al paladar me enteré de este imprescindible artilugio.
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