Tres noticias encadenadas.

La primera es reflejo de la crisis y de la inexistencia de brotes verdes, la segunda trata sobre los problemas de liderazgo de los líderes y la tercera sobre las trabas a la diferenciación.

Un poco liada la conexión, pero….

Tal como se puede observar cuando vas al supermercado, cada vez los carros van más vacíos, la primera noticia nos informa que en febrero las ventas en el canal minorista han caído un 4,7% con respecto al año pasado, una décima más que en enero: en las grandes superficies ha alcanzado el 7,1 %. En España andamos achuchados por la crisis y cada vez hay menos optimistas derrochadores.

Con lo que ya enganchamos con la segunda noticia que nos informa de un estudio reciente de Mintel, en la que llega a la conclusión que el 44% de los compradores creen que los productos de marca blanca son de mejor calidad que hace cinco años. En este estudio el 39% de los encuestados dice que recomendaría un producto de marca blanca mientras que el 34% afirma no sentir estar sacrificando algo importante cuando compra productos de este tipo.

Sinceramente no creo que esta percepción se deba solamente al diferencial de precios, que obliga a hacer economías de todo tipo; las cadenas han realizado un importante esfuerzo de homologación de sus productos básicos con las marcas lider, ya que por una parte, al igual que el resto, están regulados por la legislación  y a mayores se validan mediante paneles de consumidores. Otro cantar son los productos elaborados, en los que aún existen ciertas diferencias.

Con todo, el tiempo de monopolio de los lideres sobre sus costosos lanzamientos son cada vez más cortos, con lo que…, el esfuerzo económico en I+D y sobre todo en darlos a conocer, es cada vez más difícil de rentabilizar; salvo quizás… cuando el desarrollo se hace en los límites de la ciencia de los alimentos.

Y aquí enganchamos la tercera noticia, nos informa el fracaso en la UE de aprobar la reforma del reglamento de los Novel Foods, que pretendía entre otros temas solventar la lentitud y dificultad de aprobación de nuevas referencias o sistemas de producción de alimentos, al no llegar a un acuerdo sobre animales clonados y sus crías.

La complejidad del sistema implica que solo las multinacionales sean capaces de hacer pasar propuestas con ciertas probabilidades de éxito o que decida realizar sus desarrollos fuera de la vieja Europa.

Cierto es que el tema es peliagudo y que había que meter sensatez en el sistema, pero sistemas más laxos están permitiendo avances en otros entornos geográficos.

El sumatorio de estas tres noticias hace que los esfuerzos innovadores de muchas empresas se centren en la reformulación de sus productos para abaratar costes y no en la consecución de avances significativos en sus catálogos.

Aunque siempre quedan otras estrategías....