En estos últimos años hemos asistido a un inusual crecimiento de Lactalis vía adquisiciones de empresas de prestigio, cuyo último capítulo lo estamos viendo en el lanzamiento de una OPA sobre Parmalat, ¡¡tremendo pulmón financiero!!.
Esta situación que no debería extrañar en esta economía globalizada, debe tener alguna estrategia detrás. Es evidente que las fusiones del norte de Europa han obligado a los franceses a actuar, sino querían quedarse rezagados en su capacidad de desarrollo de estrategias globales.
Pero, en esta política de compras supongo que habrá algún objetivo adicional.
En principio, no creo que sea por conseguir leche, Francia es un país claramente excedentario y en un panorama sin cuotas, es previsible que estos excedentes vayan a más.
Tampoco creo que sean compras estratégicas en búsqueda de conocimiento. No tengo ninguna duda de la capacidad científica y tecnológica de nuestros amigos de Lactalis y del entramado científico de nuestros vecinos.
Lo que ya tiene posibilidades (a riesgo de equivocarme de plano), es que lo que en realidad están comprando son marcas y cuotas de mercado, ya que apuntan solamente a los líderes sectoriales de cada país, tanto en queso como en leche.
Y es que en este mercado tocado por la incursión de las marcas de distribución, solo las marcas más fuertes tendrán alguna posibilidad y como sigamos así, en el Mediterráneo, en buena parte serán de Láctalis. Me imagino que si tienes las marcas a las que los clientes son “fieles”, las negociaciones con la distribución (y con los proveedores) deberían ser más fáciles.
¿Cómo deja esta situación al resto del sector en España e Italia?. No tengo ni idea. Pero en los próximos años lo iremos viendo. Confío, eso sí, que se produzcan fusiones que permitan a las empresas y cooperativas que nos quedan adquirir tamaño, o proceder a políticas de internacionalización.
Vivir a la sombra de un poderoso líder -en un país deficitario- puede ser confortable si te gusta la penumbra.
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