Una de las industria alimentarias más antiguas es la que consiste en transformar leche en queso, buena muestra de ello es la importante variedad de productos y tecnologías existentes en el mundo y que son fiel reflejo de las migraciones e influencias culturales en los diferente países.
Estas producciones tuvieron una evolución extremadamente lenta hasta el primer tercio del siglo XX en el que se configura la industria quesera tal como la entendemos en la actualidad. Sin embargo han quedado reductos muy importantes en todo el mundo de producciones tradicionales de quesos elaborados con leche cruda en las mismas explotaciones ganaderas, en condiciones higiénicas no siempre óptimas y manteniendo tecnologías de producción claramente mejorables.
En paralelo a la creación de grandes instalaciones industriales, hemos visto como un cierto número de pequeños productores optaban por seguir elaborando su queso pero adecuándose a los requisitos demandados por la legislación y asegurando un nivel de estandarización de sus producciones a un nivel aceptable por la distribución.
Ha sido un proceso de gran complejidad ya que fue necesario cubrir numerosas carencias en recursos materiales pero también en conocimientos, legislación sistemas de apoyo….
El resultado ha sido espectacular, en muchas regiones de Europa han aparecido numerosos talleres que siendo respetuosos con las tradiciones han cambiado la imagen de estos productos y de las propias regiones productoras, en las que están apareciendo interesantes iniciativas asociadas al turismo industrial, hostelería y al desarrollo rural
No hay comentarios:
Publicar un comentario