Explorando la vía láctea.

El nombre lo dice todo: la industria láctea, desde una visión completamente personal.
Leche, queso, requesón, yogur, nata, mantequilla , butter oil, leche en polvo, leche condensada, leche evaporada, suero, WPC, lactosa ...

sábado, 10 de marzo de 2012

Los códigos QR en alimentación.

Debido a un proyecto en el que ando metido, durante estos últimos años he estado observando la implantación de los códigos QR en alimentación, ya sea para las aplicaciones clásicas de identificación de lotes, como para otras más lúdicas asociadas a campañas de márketing.



Los códigos QR son una matriz bidimensional de puntos que se desarrolla en1994 de la mano de la empresa Denso-Wave, empresa que se dedica a la fabricación de lectores de barras. La utilización de estos se encuentra liberada, con lo que su algoritmo puede ser utilizado por empresas y particulares.
Durante sus primeros años de vida, su uso se restringió a utilidades profesionales de identificación de lotes, gestión de almacenes y en algunos casos -sobre todo en Japón- para asegurar la trazabilidad de alimentos.
Pero la aparición de programas lectores para telefonía móvil, ha ido revolucionando su uso, debido sobre todo a la capacidad de enlazar las etiquetas de los productos con páginas web que complementen la información recogida en la etiqueta convencional, aportando contenidos o experiencias adicionales.

La incorporación de estos códigos ha sido proporcional a la popularización de esta telefonía, aunque, debido a su desconocimiento por la mayoría de la población continua habiendo numerosos escépticos, lo que induce a retrasar su implantación en aplicaciones aparentemente idóneas para este sistema de codificación, como son la ya citada trazabilidad de cara al consumidor final. Prueba de ello son diferentes aplicaciones que pretenden dotar de mayor transparencia a la cadena de suministro en base web, pero que siguen utilizando solamente el código de lote.

Algunos ejemplos de estas estrategias las encontramos en Swedish dairy, en Where is my milk from? o en la propia Danone.  El problema no es solo debido a las dudas sobre su idoneidad, sino que también influye la necesidad de cambiar de código con cada lote y por lo tanto la necesidad de imprimir en línea un código diferente en las etiquetas de cada lote.

Una solución intermedia basada en el código un código QR único que conduce a la página púbica de trazabilidad de la empresa y en el número de lote para identificar la traza específica la podemos encontrar en la solución escogida por la cerveza BUD .

Otro problema es la falta de estándares, que poco a poco se van fraguando mediante algún proyecto consorciado o mediante iniciativas privadas (aquí mediante códigos de barras) que tratan de buscar consensos en la presentación de los datos de trazabilidad, composición, comentarios de usuarios… .

Otro tipo de aplicaciones en los que esta tecnología está penetrando rápidamente es en la venta on-line de de diferentes bienes o servicios, encontrando ejemplos en su asociación con cartelería en lugares públicos como estaciones de tren o de metro o en las pantallas de nuestros hogares o en los mismísimos cines…  .


Pero, donde de momento los códigos qr están haciendo furor es en operaciones de márketing, ya sea para dar información complementaria sobre las virtudes de algún ingrediente remitiéndonos a videos informativos, informándonos en campañas sobre la necesidad de uso (no me imagino el choteo que se puede producir cuando lo saques del bolsillo).


Como soporte de concursos "vacunos".



Contándonos la historia del producto, dándonos recetas y consejos de utilización, regalándonos música, como conductor a experiencias de realidad aumentada, pudiéndolas incluir incluso en versiones comestibles para decorar tus galletas caseras.

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Para ir finalizando, me gustaría comentar otras posibilidades de los QR, del lado del propio diseño del mismo, ya que su impresión es asequible a cualquiera, pudiéndolo asociar a cuestiones tan variadas como el control de personal en las empresas, o a cuestiones mucho más simpáticas como sería la de crear experiencias interactivas en museos..., con simples objetos o con otras personas.


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