El San Jacobo es una de mis mayores tentaciones, desgraciadamente la industria del congelado ha conseguido degradarlos a niveles poco creíbles.
Se necesita pechuga de pollo, queso fundente (el havarti le queda de miedo) y jamón cocido, harina huevo y pan rallado.
A esta receta básica le podemos dar alegría con una pintitas de roquefort y unos piñones tostados y rotos.
Se cortan los filetes –se salpimientan- y se les hacen unos cortes en el lomo para que entre el roquefort, untándolo por la superficie, y los piñones,
se sitúa el havarty y el jamón cocido.
Harina, huevo y pan rallado y se fríen en abundante aceite, bastante caliente.
Para no desentonar lo acompañamos de un poco de pesto y nos hemos preparado una ensalada de tomatitos.
A disfrutar…
Evidentemente este post esta dedicado a Mercedes.
La tontería, hoy es un pelín macabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario