Explorando la vía láctea.

El nombre lo dice todo: la industria láctea, desde una visión completamente personal.
Leche, queso, requesón, yogur, nata, mantequilla , butter oil, leche en polvo, leche condensada, leche evaporada, suero, WPC, lactosa ...

martes, 17 de mayo de 2011

El reto de las 100 millas.

El reto de las 100 Millas es un reality que se está pasando en Canal Cocina. En este programa, seguimos a seis familias que han aceptado el reto de comer durante 100 días alimentos producidos íntegramente en un radio de 100 millas alrededor de sus casas. Acabo de ver un episodio en que hay intrigas y malos rollos como en todos los reality, pero se diferencia en un guión y metas que no tiene nada que ver con el resto.


La serie está basada en el libro The Mile Diet: A year of Local Eating de James Mackinnon and Alisa Smith (que no he leído) y en el blog que lleva el mismo título.

Supongo que por el título de la serie os haréis una idea del objetivo del programa, lograr subsistir con alimentos locales procedentes de menos de 100 millas del lugar de residencia, una pequeña ciudad de Canada. Si tenéis posibilidades de ver algún episodio, os aconsejo que lo hagáis, sobre todo para experimentar con los protagonistas las dificultades para la preparación de las recetas más habituales, ya que el planteamiento se basa en que absolutamente todos los ingredientes, incluyendo la sal, cereales... y los caprichos como el café…. procedan de esta área geográfica.

También sorprende los repetidos comentarios de nuestros héroes echando en falta la comida lista para comer, dando la impresión de que todos ellos se alimentaban exclusivamente de comida preparada; con lo que deben recurrir a las abuelas para que les enseñen a preparar una simple bechamel.
Como sabéis en diferentes entradas, he glosado el interés de los alimentos de cercanía, ya que potencian la economía local, aseguran un aprovisionamiento de alimentos frescos y dan a los países una cierta seguridad alimentaria en caso de crisis. También tiene la ventaja de una menor huella de CO2, lo que nunca está de más.

La idea base del programa me parece un poco extremista, pero hay algunas ideas que merece la pena explorar, sobre todo en este momento en que algunos urbanitas están regresando al campo.

La primera sería la de congratularse de la posibilidad de producir, casi en cualquier entorno, una variedad de alimentos suficiente para alcanzar una dieta sana y equilibrada.

También es importante pensar que los monocultivos (incluyendo la producción de leche), no son exactamente las soluciones más rentables para algún tipo de explotaciones agrarias, que existen posibilidades interesantes para complementar los ingresos con pequeñas producciones, o en apostar por producciones que tengan demanda en circuitos comerciales más cortos.

La tercera es la pescadilla que se muerde la cola, no consumimos ciertos alimentos producidos localmente porque no los hay, y no los hay porque el volumen demandado es insuficiente para asegurar un precio razonable.

En un último apunte, me gustaría proponer a la pequeña distribución tradicional, un par de  preguntas: ¿hasta qué punto apuestan por estas producciones?, y ¿no sería una buena forma de diferenciarse de la gran distribución?

Qué pasaría si este consumo creciera y permitiera consecuentemente mejorar sustancialmente los costes de producción. ¿Qué haría falta para alcanzar ese volumen de demanda y de producción?. ¿Encontraríamos agricultores y ganaderos dispuestos a asumir este reto?.

A lo mejor todo puede empezar con un pequeño cartel que nos indique en el mercado, que algunos alimentos son producidos en menos de 100 millas. 

Hoy se celebra el "día das Letras galegas" y nada mejor que este post de alimentos locales, y para darle banda sonora....

1 comentario:

  1. Me encanta tu post y al igual que tu pienso que es un poco extremista. La idea es buena pero quizas tratando se seguir las
    premisas del SlowFood seria un buen comienzo.
    Paula

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