Desde hace dos años hemos oído a toda nuestra clase política comentarios sobre el cambio de modelo de la economía española, de la necesidad de olvidar el ladrillo y empezar a pensar en sectores con capacidad de valor añadido.
En realidad todos los sectores tienen capacidad de aportar valor, la cuestión es que las empresas consigan un cierto tiempo de monopolio conceptual o tecnológico sobre un producto con el mayor mercado posible.
Para conseguir estos estados de monopolio es necesario ir más rápido que la competencia y para ello es necesario que las empresas desarrollen decididos programas de investigación, desarrollo o de simple innovación. Cuanto más ambicioso sea este plan, mayor es el salto que potencialmente se puede dar sobre los competidores.
Evidentemente la ambición supone riesgos, para afrontarlos, las administraciones de todo el primer mundo (incluyendo a los BRIC) tiene importantes programas de apoyo al I+D+i de origen empresarial y académico, así como otras iniciativas de creación y mantenimiento de estructuras científico-técnicas.
Si entráis en este enlace, veréis cual es nuestra realidad española. Ya que queremos cambiar de modelo, no es que invirtamos más que nadie, sino que lo hacemos menos que todos.
Ya que este gobierno no lo ha hecho bien, confiemos que la oposición lo hará mejor en el futuro. Aunque en realidad, la oposición lo que quiere es resucitar las desgravaciones a la adquisición de viviendas y ni una línea sobre el tema que nos ocupa.
Siguiendo con el reparto de culpas, también las empresas tienen algo de responsabilidad (porque mecanismos de financiación, si que los hay) y también los centros de investigación, por no ilusionar suficientemente ni aportar todas aquellas ideas que podieran suponer un cambio de actitud a las empresas y a la sociedad.
Siguiendo con el reparto de culpas, también las empresas tienen algo de responsabilidad (porque mecanismos de financiación, si que los hay) y también los centros de investigación, por no ilusionar suficientemente ni aportar todas aquellas ideas que podieran suponer un cambio de actitud a las empresas y a la sociedad.
De chiste.
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