Explorando la vía láctea.

El nombre lo dice todo: la industria láctea, desde una visión completamente personal.
Leche, queso, requesón, yogur, nata, mantequilla , butter oil, leche en polvo, leche condensada, leche evaporada, suero, WPC, lactosa ...

lunes, 13 de junio de 2011

Megatendencias en el sector lácteo, conclusión (2).

En el primer capítulo de las conclusiones de esta serie, acababa comentando que no había que despistar el factor placer, que nuestros consumidores tienían derecho a alimentos sanos y económicos, pero exigían alimentos sabrosos. 




Para compaginar estos objetivos placer/salud/presio, creo que las proteínas de suero… ya están jugando un papel esencial, lo que paradojicamente desafía los limites regulatorios de algunos productos lácteos.



Otra de las vías -al placer- se encuentra en nuestras raíces; nuestros productos tradicionales nunca han estado parados, han variado lentamente en la historia hasta llegar nuestros días. Esta lenta evolución fue fruto de la parsimoniosa evolución de la ciencia y de la sociedad. Hoy ambos factores han cambiado de ritmo, el que no lo vea... . Siempre habrá un hueco para los productores más puristas; pero el futuro está en su actualización. Incorporemos los saltos tecnológicos en producción y envasado, adaptemos la tradición a la mutable sociedad, si no queremos desligarnos de ella.

Allanar d'Affinois

Hablando de sabor, un viejo profesor francés me explicó -hace ya demasiados años- que los quesos tenían que cambiar: que antes se comía un cachito de queso con un buen trozo de pan, por lo que los quesos tenían que tener carácter; pero que -ya de aquella- el poder adquisitivo de la gente había cambiado y la mayoría de las personas consumía un gran trozo de queso con un cachito de pan, por lo que los quesos que quisieran sobrevivir tenían que ser más suaves.

Archivo:Cheese 15 bg 050306.jpg

Siguiendo con el placer, cada vez somos más receptivos a nuevas sensaciones, sin olvidar las recetas de nuestras madres. Por la semana comeremos lo de siempre, lo más económico o lo más sano, pero el fin de semana nos regalaremos con sabores más exóticos o…, aquellas industrias que los sepan incorporar, adaptándolos a los gustos locales seguro que encuentra a consumidores dispuestos a probarlos. Sobre todo, si no tiene que hacer un master en alta cocina para llevarlos a su plato.

En este sentido también puede ser de cierta utilidad llevar el concepto de tapas a nuestras gamas, lo que, aún no siendo ninguna novedad, es un camino por exlorar.


Estamos entrando en una sociedad 2.0, con gustos cambiantes, capaz de crear nuevos ídolos a la velocidad del clics de ratón y que se aburre de ellos a la misma velocidad. La innovación en nuevos productos y en las extensiones de gamas ya no debe plantearse cada año, hagamos como Zara, tantos escaparates como quincenas.


Un nuevo modelo de negocio está apareciendo y aquí tenemos mucho que aprender de los generadores de moda, aquellos que dominen el prototipado rápido y su paso a producción, capaces de generar colecciones de temporada, temporales, limitadas o exclusivas, tendrán futuro. ¿Acostumbraremos a nuestros consumidores a nuestras arriesgadas aventuras?.
St Clements

En esta dinámica de sorprender a nuestros clientes, también será necesario entrarles por los ojos, ya está bien de etiquetas aburridas y envases uniformados, dirijámonos a nuestro segmento objetivo con grafismos nuevos, irreverentes o sesudos, sencillos pero que sean honestos al tiempo que generen alguna emoción y en la medida de lo posible interactividad.

Coca-Cola y Ball crean una lata musical interactiva con códigos QR


Los consumidores también quieren asegurarse un futuro exento de incertidumbres. Cuando reviente la crisis energética que se avecina, nuestros clientes seguirán queriendo disfrutar de una amplia gama de productos. Para cubrir esta demanda, muchas de las referencias importadas tendrán que ser elaborados obligatoriamente cerca de sus casas. Esto pudiera parecer una exageración, pero el futuro de la industria dependerá del coste del transporte. Tenemos que estar preparados para aprovechar las oportunidades que se avecinan.



La hiperespecialización de la industria, sobre todo en productos líquidos tiene un futuro lleno de incertidumbres. En cambio, estas mismas empresas están rodeadas de hogares que quieren consumir gamas que hoy en día se elaboran a cientos o miles de kilómetros.

Y en las zonas excedentarias..., solo quedará una salida: la de valorizar el extracto seco de la leche (ya sea por deshidratación y batido o por la muy ancestral coagulación, desuero y maduración) o agregándole valor.

La creación de colecciones de productos podrá realizarse por dos vías, la primera sería en el seno de la empresa, con los costes de implantación derivados de las nuevas instalaciones. La segunda se basaría en aprovechar la capacidad industrial excedente de nuestros “competidores” que pasarían a ser nuestros “socios”. Aquí deberemos buscar alianzas, fusiones, absorciones… con nuestros iguales (en tamaño), pero sobre todo con nuestros desiguales, creando redes de colaboración, compartiendo y optimizando costes de producción y logística.

El otro día, oía a una representante de una empresa -muy innovadora- quejarse de la dificultad de generar alianzas en I+D con otras empresas alimentarias, aunque los objetivos de cada una fueran bien diferentes. Las dificultades en llegar a esas alianzas en producción o comercialización son aún mayores ya que, a pesar de las maquilas, hace falta ir más allá, un cambio cultural. Y ¡es tan difícil barrer con las convicciones de “Llanero Solitario”!, pero aún él se hacía acompañar por Toro.



En fin, lo único que tengo claro es que si se sigue creyendo que no hay que moverse para salir en la foto (por muy guapo que sea), seguro que sale; pero también, es posible que acabar en el álbum de la abuela.

Múltiples caminos, uno para cual.

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