Explorando la vía láctea.

El nombre lo dice todo: la industria láctea, desde una visión completamente personal.
Leche, queso, requesón, yogur, nata, mantequilla , butter oil, leche en polvo, leche condensada, leche evaporada, suero, WPC, lactosa ...

sábado, 14 de abril de 2012

La fábrica de envoltorios de caramelos.

¿Cuántos productos lácteos se quedan estancados en los departamentos de marqueting o I+D debido al monto de las inversiones necesarias para su implantación industrial?. Este problema se agrava cuando se ven involucradas instalaciones de envasado.



Aunque estas limitaciones ya las toque en varios post, vuelvo a la carga. Ya que en la actualidad es cada vez más importante este problema en la mayoría de las empresas del sector, su débil capacidad de realizar nuevas inversiones, sobre todo, en aquellas líneas de negocio en las que el previsible volumen no justifica inversiones importantes sin enormes esfuerzos publicitarios. 

Así, el desarrollo de productos de "compra por impulso" o "fáciles para usar” necesita tecnologías flexibles y envases atractivos, si queremos tener la más mínima posibilidad de éxito. Por su parte los productos para el canal HORECA, también deberían tener envases específicos, complicándose todo si los productos en cuestión tiene texturas complejas o preparaciones laboriosas.

La solución a este problema no es sencilla, dado que para adaptarse a las necesidades específicas de cada nueva idea, sería necesario que la empresa en cuestión  tuviera a disposición  una buena unidad de preparación de formulaciones, sistemas flexibles de esterilización y tres o cuatro tecnologías de envasado.

En el caso de los nuevos emprendedores o pequeñas empresas, el camino a la innovación en estos productos es aún más tortuoso.

La salida es que siempre se puede encontrar algún maquilador para recetas sencillas con envases más o menos estándar, pero si buscamos un envase en particular para un producto complicado, dar con un socio tecnológico puede convertirse en una odisea.

Existe, por lo tanto, un hueco que podría ser cubierto por alguna organización de carácter tecnológico como iniciativa independiente o soportada por una unión permanente de empresas, con socios que comprometieran ciertos volúmenes de producción. Siguiendo la teoría del equilibioo de John Forbes Nash, ninguna láctea lo podrá hacer mejor sin contar con sus competidores.

La existencia de alguna organización de este tipo daría al sector unas enormes posibilidades de diversificación, explorando nuevos caminos, hoy vedados para la mayoría de los actores.

La gestión del prototipado rápido y su puesta en producción es otro cantar. Para aquellos que les interese el concepto de las fábricas de envoltorios de caramelos, les propongo un clásico: "No es cuestión de suerte" de Eliyahu M. Goldratt (es gratis).

Aunque, a veces, hacer lo que buenamente se pueda y llevar a cabo tu proyecto, aunque sea en plan cutre, con simple ilusión pueda tener su premio. Porque en estos momentos nos estamos acostumbrando a las versiones beta y quizás algunos consumidores puedan entender las dificultades de poner en marcha nuevos proyectos y aporten su grano de arena.

Lo que parece seguro es que si no se hace nada, la suerte no llamará a tu puerta.



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