Que la leche y los productos lácteos son un gran alimento, es sabido desde la más remota antigüedad, de ahí el empeño en preservar sus nutrientes, misión especialmente complicada en un producto con tal cantidad de humedad.
Gracias a este empeño, hoy nos ganamos la vida más de uno.
Más recientemente se han ido encontrando funcionalidades adicionales de lo más diversas, así con mayor o menor rigor, cada día nos despertamos con una nueva propiedad.
Normalmente casi no me fijo en estas noticias, pero son tan abundantes, que desde hace un par de meses he ido recogiendo algunos de estos descubrimientos o líneas de investigación, con el fin de obtener una imagen global de por donde iban los tiros.
Sin acudir a fuentes que ya recopilan numerosos trabajos como el Dairy Research Institue (del que me permito destacar este artículo dedicado al cartel de la soja) ni ha bases de datos científicas, en la prensa han aparecido reseñas sobre:
Y en cuanto a los derivados pudimos leer.
Los beneficios del Kefir ante la sinusitis. Trabajo que va en línea del uso de probióticos para prevenir los resfriados, que a su vez parecen tener cierta actividad en la salud cerebral y la depresión.
En resumen, un gran alimento para el cuerpo y para el alma… . Sin embargo a me parece prudente administras estas retahílas de beneficios que acaban saturando al consumidor, al final parece como si hubiéramos descubierto la fuente de la eterna juventud y hombre ni tanto ni tan poco.
Disculpas a mis "4" incondicionales, ya sé que repito el vídeo, pero me encanta...además Rod debió tomar la repera de leche, sino, no se explica ;-)
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