Explorando la vía láctea.

El nombre lo dice todo: la industria láctea, desde una visión completamente personal.
Leche, queso, requesón, yogur, nata, mantequilla , butter oil, leche en polvo, leche condensada, leche evaporada, suero, WPC, lactosa ...

sábado, 19 de mayo de 2012

El ocaso de las civilizaciones…, la resistencia al cambio y el sector lácteo latinoamericano.

Fue una semana terrible, parecía que no acababa nunca. Pero ya se sabe, trabajar el doble para ganar la mitad. Estoy tan cansado que no se me curre que escribir, pero para no perder la costumbre y  ya que mi subconsciente logro parir un titulo molón, voy a intentar pergeñar cuatro líneas para que no se diga.






La referencia al ocaso de las civilizaciones viene de la mano de las crisis superpuestas que estamos padeciendo. A las noticias económicas que bajan la moral a cualquiera, debemos sumar el marco de referencia de los precios de la leche que nos viene dado por el escaso mercado internacional y las elevadas producciones centroeuropeas. Un escenario complicado para los ganaderos y mucho dinero a ganar para cuatro (y creo que solo cuatro) empresarios de la industria. El fin de los primeros compradores, incluso de los que agregaban valor.

En cuanto a la distribución, mejor ni hablar. Supongo que también están condicionados por un mercado en crisis, ¡cómo no!. El problema es que si seguimos así, ya no podremos utilizar el dicho de blanco y en botella… .

En este contexto, la resistencia al cambio atenaza a todas las organizaciones (esta semana fue muy reveladora), es increíble, pero parece que los cambios siempre están en nuestra contra y o nos resistimos o nos desanimamos… . No tiene porque ser verdad, pero es lo que hay, somos animales de costumbres. También es cierto que no siempre es fácil tener que adaptarse en tiempos de crisis, pero si no se ha sabido o podido cambiar en tiempos de bonanza... .

El mejor ejemplo lo encontramos en los sistemas intensivos de producción de leche: decenas de “expertos” han anticipado la crisis energética y sus consecuencias, pero ordeñar vacas ya es bastante lío, como para tener que preocuparse de la base territorial de nuestras explotaciones y de los pastizales. Cuando se ganaba dinero ¿para qué cambiar?, ahora … lío sobre lío.

La resistencia al cambio no se da solo en nuestras granjas, también en nuestras fábricas, laboratorios… . Cuando hablas con cualquier gestor bienintencionado -ante la necesidad de mudar viejas costumbre-  te dice que pasa más tiempo intentando convencer, por las buenas (y finalmente por las malas), que ejecutando cambios que puedan suponer un incremento en las expectativas de supervivencia. Lo malo es que sin cambios, acertados o no, el futuro es bastante gris.

En fín, los que sobrevivan, serán los elefantes o los más competentes y agíles. Los que sobrevivan tendrán un gran mercado con parecidas necesidades pero con menos actores, confiemos en que en ese futuro no solo veamos a las 10 grandes.






Lo que me ha salvado la semana es Latinoamérica, tuve el placer de estar con unos colegas colombianos, están llenos de ilusión, a pesar que un amigo uruguayo me comentaba (en la desastrosa BTA) que aún ahora se vivía mucho mejor aquí que en Montevideo.

Se ven en plena espiral de éxito, ya era hora; esperemos que les dure por mucho tiempo, desgraciadamente, las consecuencias de las crisis locales no tienen fronteras. 

Las décadas perdidas en Latinoamérica parecen finalizar, un gran momento para evolucionar ahora que el viento sopla a su favor. ¡Suerte!.



El día 1 de junio se celebra el día internacional de la leche, os animo a que cambiéis vuestras fotos de las redes sociales por fotos con lácteos o fotos de lácteos, o lo que os apetezca con lácteos, hagámonos notar.
Y si pasáis la voz a todos vuestros colegas, mejor que mejor.

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