Explorando la vía láctea.

El nombre lo dice todo: la industria láctea, desde una visión completamente personal.
Leche, queso, requesón, yogur, nata, mantequilla , butter oil, leche en polvo, leche condensada, leche evaporada, suero, WPC, lactosa ...

sábado, 2 de julio de 2011

Alimentos: ¡¡¡de MILAGRO a PELIGRO!!!!!

No sé si os da la impresión, pero en poco tiempo hemos pasado de los alimentos milagro a los alimentos peligro. Ahora les toca a las espinacas, acelgas, bonito y langostinos.

Llevo años siendo escéptico sobre los milagros que surten algunos alimentos, e incluso algunos principios activos que adicionamos a los mismos. Sobre todo con aquellos que nos anuncian una vejez envidiable, es fácil prometer milagros y cuando te llega el momento de comprobar el maravilloso efecto, ya ni te acuerdas de la cantidad de potitos que has ingerido durante años.

Existen otros cuyo efecto es indiscutible cuando se consumen con cierta regularidad, notas o no los efectos rápidamente. El consumidor satisfecho repite y el que se siente engañado no lo vuelve a comprar, con lo que el engaño castiga poco al bolsillo.

Para poner orden, la EFSA ha subido el listón en cuanto a lo que se puede decir y de lo que no se puede presumir. Me parece sensato, aunque para establecer con éxito un expediente sea necesario realizar inversiones solo asequibles a grandes empresas multinacionales. Pero demostrar la bondad de un alimento es costoso y poco hay que hacer al respecto. Habrá que recurrir a la financiación pública, a la creación de consorcios... .

Pero ahora todo ha cambiado, las últimas noticias que saltan a la prensa no nos relatan las bondades de tomarnos una cervecita, sino la alevosa maldad de comer espinacas, acelgas, bonito y langostinos… o las dudosas informaciones sobre la mala calidad de ciertas marcas de leche y las infundadas acusaciones a los pepinos.

Ahora son las propias autoriades sanitarias españolas las que nos advierten del consumo de papillas de espinacas y acelgas en niños pequeños... y sacan a la luz un viejo informe sobre el bonito; me temo que con la forma de comunicar estos peligros, la idea de riesgo inaceptable se generalizará sin matices.

Como prenda la costumbre, nos encontraremos rápidamente con una drástica reducción de ingredientes en nuestra dieta. Cierto es que en este mundo en plena degradación medioambiental, cada vez son mayores las cantidades de mercurio o ... en mares y campos, pero estas campañas… .

De entrada los laboratorios oficiales están para algo, deben cumplir su papel sin recortes presupuestarios, nos jugamos mucho, sus conclusiones deben ser evaluándolas y comunicadas en su justa medida. 

Informaciones que siembren dudas sobre alimentos tan beneficiosos como el pescado azul, las hortalizas o la leche me parecen una frivolidad. Si existe algún peligro que se demuestre y se retiren los productos afectados. 

Si buscamos, encontramos. Desgraciadamente cuando se empiecen a analizar las zanahorias ecológicas, también encontraremos alguna molécula natural o contaminante que en ciertas dosis nos llevaría a la tumba. Pero ¿cuantas zanahorias nos tendremos que comer o cuantas cabezas de langostino nos tendremos que tragar para que las dosis sean dañinas? ¿como las etiquetaremos?.


La mitad de los españoles no lee las etiquetas.... pero cree saber lo que come. Esas ideas se adquieren en un corte de 15 segundos durante un telediario, peligrosísimo.

Definitivamente la sobreexplotación de los campos y la contaminación nos están jugando una mala pasada, el coste para nuestra salud es impredicible.

En este giro de los acontecimientos supongo que también influirá la depresión aguda en la que estamos cayendo o simplemente es que se nos está acostumbrando a tiempos de escasez de alimentos...

En resumen, como decía mi madre: “hay que comer de todo” incluyendo bonito, que estamos en plena costera. Con un poco de cabeza diversificaremos los peligros, que como con las meigas, “haber hailos”.


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