En estos últimos meses Lactalis estuvo en todas las tertulias lecheras, primero con la adquisición de Puleva y actualmente con el intento aún no concluido de toma de control de Parmalat, el sur de Europa está casi controlado por el gigante Francés.
Pero quizás lo que ha pasado más desapercibido han sido los movimientos de Arla por el norte y la incorporación de nuevos socios, esta vez en Alemania así como con ambiciosos planes en Inglaterra.
Son dos modelos diferentes, una empresa privada historicamente orientada al queso tradicional y una cooperativa muy implicada en los productos industriales de todo tipo.
Ambos movimientos tienen como objetivo aparente completar gamas y sobre todo adquirir capacidad de influencia ante el consumidor, completando su catálogo de marcas. En estos últimos tiempos se ha pasado de comprar cuota de producción a adquirir cuota de mercado.
¿Cuál será el futuro de las empresas y marcas españolas?, ¿qué futuro tendrán con su actual tamaño?.
Me temo que cada día es más difícil inventarnos un modelo español, por una parte en el sector privado ya casi no queda nada que fusionar, mientras que en el cooperativo parecería que si cada pueblo no tiene su solución propia no estamos contentos.
En un contexto sin fronteras, Lactalis y Arla nos están dando importantes lecciones y los que se despisten corren el peligro de perder capacidad de negociación cada día que pasa.
Si al camino de las fusiones no se le ven grandes posibilidades, cada empresa, sea del tamaño que sea, deberá buscar su propio destino.
En una Europa en que los gigantes siguen creciendo, aquellos que se encuentren a medio camino tienen un futuro incierto.
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