Explorando la vía láctea.

El nombre lo dice todo: la industria láctea, desde una visión completamente personal.
Leche, queso, requesón, yogur, nata, mantequilla , butter oil, leche en polvo, leche condensada, leche evaporada, suero, WPC, lactosa ...

sábado, 17 de marzo de 2012

Los retos del etiquetado.

Desde que se publicó el reglamento europeo sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, el 12 de septiembre de 2011, llevo intentando escribir un post sobre etiquetado, aunque la verdad es que la norma es bastante pedagógica, analiza el contexto y aclara la mayoría de las dudas que pueden surgir en este tema. Así que intentaré no repetirlo parándome en algunos aspectos que me parecen de interés.



Para empezar, una definición extraida de un interesante artículo de  marketing-free: “La etiqueta es una parte importante del producto que puede estar visible en el empaque y/o adherida al producto mismo y cuya finalidad es la de brindarle al cliente información útil que le permita en primer lugar, identificar el producto mediante su nombre, marca y diseño; y en segundo lugar, conocer sus características (ingredientes, componentes, peso, tamaño...), indicaciones para su uso o conservación, precauciones, nombre del fabricante, procedencia, fecha de fabricación y de vencimiento, entre otros datos de interés que dependen de las leyes o normativas vigentes para cada industria o sector”.

nutrition facts 

Aunque también es evidente que un objetivo prioritario de los fabricantes y diseñadores es la de incitar a la compra, haciéndolo atractivo y diferenciando (o todo lo contrario) al producto de los de la competencia. Aunque el mensaje pueda llegar a ser un tanto irrelevante y subrrealista.


Camembert, 90003

Yuxtaponiendo ambos aspectos, información veraz y diseño; en los alimentos y en especial en los lácteos se presentan numerosos retos debido al espacio disponible en muchos productos de pequeño tamaño, sobre todo si queremos incorporar una ensalada de logos de calidad y una cuantas ISO.


Uno, de estos retos, es la expresión escrita o gráfica de la composición e ingredientes, que deberá ser clara y concisa, a ser posible en la cara principal del envase y adaptada a una sociedad en la que la imagen es cada vez más importante. Con estos objetivos, la Universidad de Berkley convocó un concurso para encontrar fórmulas más adecuadas a nuestra época, su ganador y sus diseños también los podéis ver en este enlace.
Infografía del día: Una etiqueta de los alimentos que realmente le enseña sobre la Alimentación






Y si a esto le añadís la aconsejable accesibilidad para personas mayores o con deficiencias visuales… el resultado debería respetar las indicaciones recogidas en la ISO 111056:2011… tremendo lío.  


Un reciente estudio demuestra que los consumidores NO se paran a analizar las etiquetas antes de realizar su elección. Pero aún así -por voluntad propia o por requerimiento legal- la mayoría de las empresas intentan facilitar una información clara sobre los productos que comercializan, lo que inevitablemente conduce a reformular algunos de los productos de composición más compleja o insalubre. Las consecución de "etiquetas limpias" exige un enorme esfuerzo a toda la cadena almentaria, dinámica en la que se encuentran empresas y proveedores. ¿Os acordáis del The?


Ahora que estoy acabando el artículo me doy cuenta que no hable ni de alegaciones ni de fechas de caducidad, pero de eso, escribiré otro día.


Y ahora sí, para concluir, los retos del etiquetado se ven limitados muchas veces por el espacio disponible, por lo que el sector deberá ensayar alternativas al mismo, las TIC y en especial los códigos QR o de barras, la realidad aumentada y la simple web jugaran cada vez un papel más importante.

Hemi Weingarten


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